Él fuego. La discusión eterna, sus ojos inyectados en sangre y mi miedo. El dolor de mi madre que argumenta sus años de infelicidad. El miedo en su forma más extrema y más violenta. La libertad de la carrera infantil, la escuela y el cielo plomizo a punto de estallar.
El fuego. La redención de su espíritu ante el abandono y el vacío. Lo quiere llenar con fuego. Estoy sola para salvarlo, soy su único Mesías. El intenta morirse atravesado por la violenta llama. Extinguirse. Yo soy agua y tengo miedo pero tengo fuerza y lo someto. Lo mantengo en mi vaivén un rato más. Lo anclo a este presente de miserias donde está solo conmigo y yo soy fuerte pero tengo miedo.
El quiere la llama como última gloria. Yo quiero que vea el mar. Yo mar.
12 comentarios:
muy bonitoo, como todo lo que escribe usted !
Es casi un relato mítico maravilloso.
Bellísimo, Vicky.
hermoso
Me quedé pensando como la palabra "miedo" aparece cuatro veces, en como se termina de hacer magnífico esta confrontación entre el fuego y el mar, con todo lo que significan sus elementos.
Muy bueno.
¡Yo más!
Siesta, qué lindo, lástima que se me van a la mierda las siestas y se descompagina mi visión del mundo cuando me despierto.
que lindo dormirse una siesta!
jaja
beso reptileeeeeeeeeeeeeee.
marrrrrrrrrrr
siesta con mar y fuego, siesta con fuerza, siesta con vértigo
beso*
Ídola.
idolasa
idolasa
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