Abro la mano. Te veo ahí. La cierro. Te estrujo. Te hago cenizas.
Pasa una mariposa.
Revolotea por mi cabeza.
Me distrae.
Se escapa.
Me sacudo las manos.
Basta de este gris
muerte.
El polvo se desparrama
lo miro sobre el piso
asqueada.
No quiero más
(no quiero nada)
no quiero nunca.
La mariposa está posada en el marco de la ventana.
Me acerco
se vuela
la sigo.
Ya salté.
7 comentarios:
Y pum, te hiciste mierda. Qué poético lo mío :P
Escribí algo sobre las primeras veces que empezás a hablar con alguien, que antes solía ser sólo un alguien y ahora es ESE alguien. El coqueteo tímido y respetuoso, las risas medidas y ruborizadas. A ver qué sale de eso :)
Despues hablamos por msn y te tiro más data ;)
Imagino que es igual en ambos lados, sea el que sea el lado en el que una esté. Igual de complicado.
No es tan difícil soltar al otro, sino soltar y dejar ir los sueños que se fueron armando en una, alrededor de él.
Las mariposas tiene suerte porque vuelan, si quieren, no tienen más que dejar un lugar en un segundo. A nosotros, nos pasa que - a falta de alas -, las piernas no son suficientes. :S
beso*
Buenisimo...salte con vos!!! me imagine paso a paso, como si estuviera en una especie de pelicula...Gracias!!!
...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE
REPTILE IN A PAGE
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.
José
Ramón...
Escribis re lindo, tenés terribe don gurisa :)
Pequeño reptil :), me gusta mucho tu blog.
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