La humedad con sus patas venenosas clavándose en mi ánimo. Tan gris como el cielo que no para de quejarse de nosotros, de tu ausencia, de mi silencio. No quiero más este gusto a plástico, a verano terminado, en la boca. Quiero sentir de nuevo lo que me hace llorar de alegría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario