Cuando sufro no me aburro, cuando sufro vivo intensamente y mi vida es interesante, llena de emociones y peripecias. En verdad, sólo vivo cuando sufro, es mi manera de vivir. Pero algo en mí no quiere sufrir. Alejandra Pizarnik.

27 jul 2010

Vos

Te extraño. Son palabras simples y certeras. Filosas como alfileres, blandas como una nube. Mudas, como los muertos.
¿Cuándo fue que el tiempo se cambió de bando? Antes nos arrullaba y ahora nos asfixia sin piedad.
Te extraño en pequeñas cosas. En una galería de arte, un cine, un libro, un poema. En un colectivo que va de norte a sur, cruzando la 9 de Julio, en el medio de una canción. Te extraño en el café de la mañana, pero también en la cerveza de trasnoche.
Mis letras te extrañan. Mi nombre extraña al tuyo, mi voz a tu silencio. Mi silencio a tu sonrisa.
Extraño tus ojos, irreemplazables reyes del dolor. Tu territorio es mi cuerpo. Tu reino es mi cuerpo. Y sigue en pie.
Extraño tus brazos rodeándome. Mi cintura apretada entre tus manos. Tu respiración en mi cuello.
Extraño caminar sin rumbo con vos. Sentarnos en cualquier lugar y hacerlo propio.
Extraño tu forma de entender mi dolor, de desnudarlo entre caricias. Extraño tus llaves que abrían todas mis puertas. Extraño tu forma calma de no tomar nada de la vida. Tu impronta etérea enfrentada a mi tierra, a mis raíces.
Extraño decirte mi amor con los diez dedos largos de mis manos y que jamás pudieras escucharlo.

Sí, extraño lo que nos separaba también. Hubo un momento en el que te elegí, por sobre todas las cosas terrestres y celestes. A vos. Y en vos entrabas vos, con todo lo que traías y todo lo que te faltaba. Te elegí sin darme derecho a réplica. Sin posibilidad de cambio o devolución.
Te elegí sabiendo que ibas a romperme en pedazos con toda la inocencia de un par de ojos infantiles. Sabiendo que tu forma de estar a mi lado no me alcanzaba ni me iba a alcanzar nunca.

Pero te elegí apostando a mi error. Desconfiando de mi odiosa etiqueta de sabelotodo. Te elegí con la ilusión como un ramo de flores en plena primavera y el corazón en el aire.

Y esperé. Esperé. Por eso cuesta tanto creer que ya no hay más tiempo para jugar. No más rayuelas, no más cuadernos de tapas azules, no más desayunos y caminatas por Banfield. Todo eso se acabó.

Pero te extraño. Con todas las letras.

4 comentarios:

Sr Nahuel. dijo...

Que lindo que escribis.
Que fuerte que escribis.


Que andes muy bien.
Saludos
Nale

David dijo...

ayyy, es para mi? no sabia que sentias todo eso :P muakakakaka. Conteste tu comentario en mi blog, debajo del tuyo (te lo comento porque se que ni puta idea tenes)

Beso!

aguante paperblog! jajajajaja

Rocio dijo...

hola, te contesto en tu blog el comentario...gracias otra vez por leer y me encanta que te gusten!
Con respecto a lo de sentirte identificada (por eso elegi esta poesia para contestarte) a mi me paso igual...tal vez mis historias sean un poco parecidas a las tuyas.
"Vos" es hermosa y muy profunda, es dificil describir como una puede llegar a extrañar ciertas cosas o a ciertas personas y me parecio muy real.
Te mando un abrazo!!!
Perdon si me extiendo en los comentarios siempre me extiendo...beso.

Jésica Ouzande dijo...

Me senti identificada con esto que escribiste.. Y si, esas pequeñas cosas son las que mas se suelen extrañar..